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martes, 1 de enero de 2008

¿La informática puede solucionar la dislexia?

Ultimamente me he enterado que los psicólogos Paula Tallal y Michael Merzenich han desarrollado un método informático para solucionar la dislexia en un mes.
El método consiste en que los niños sentados frente a un monitor escuchan una serie de sílabas en las que se mezclan las "correctas" con las "equivocadas". Para ganar el juego, deben ser capaces de distinguir los pares de sonidos erróneos. Al comenzar la experimentación en el laboratorio de Tallal, siete niños de entre cinco y diez años y con una inteligencia normal jugaron al ordenador y escucharon las sílabas modificadas informáticamente, al principio fáciles posteriormente más difíciles. Los siete niños llevaban dos o tres años con tratamientos convencionales sin grandes resultados. Al cabo de un mes de juegos diarios, seis de los siete consiguieron recuperar el tiempo perdido. Su habla se hizo normal y la velocidad de lectura aumentó.
En un nuevo experimento veinte niños fueron repartidos en dos grupos: el grupo experimental utilizó los juegos modificados y el grupo de control jugó con los originales sin alterar. Al mismo tiempo, el grupo experimental practicó juegos de video mucho más complejos, en los que el niño podía conseguir puntos cuando lograba discriminar los diferentes fonemas. Cuanto mayor es el progreso, más aumenta la dificultad. En cuanto al grupo de control, no dispone más que de juegos destinados a desarrollar la memoria y la coordinación ojo-mano, pero no tienen influencia sobre la percepción auditiva. Es más o menos el placebo de los tests de eficacia de los medicamentos. Al comparar los dos grupos podemos medir los beneficios del método.
El tratamiento completo dura cuatro semanas y se compone de treinta sesiones de veinte minutos. Los dos grupos progresan, pero en el grupo experimental ciertos niños recuperan hasta dos años de retraso en el dominio del lenguaje. Esta mejoria se mantiene en tests practicados seis semanas después de la experiencia, aunque esta no actúa sobre la dislexia propiamente dicha.
Una vez animados por los resultados, Tallal y Merzenich emprendieron seguidamente una experimentación clínica con 500 niños. La enseñanza dura hasta que el niño llega a un nivel normal, tanto en el plano de la discriminación de fonemas como sobre el plan de la comprensión del lenguaje. Los resultados están a punto de publicarse aunque Merzenich asegura que son "excepcionales". Este año, 1997, Tallal y Merzenich se proponen poner a punto un método específico para América del Norte y, más tarde, en otras áreas linguísticas. En Europa, este año, van a aparecer versiones adaptadas en fase de ensayo.
El método ha aparecido en Internet (http://www.ld.ucsf.edu/).
Paula Tallal estima que el 80 por ciento de los disléxicos son victimas de la alteración de la percepción de los fonemas rápidos. Este problema podría estar ligado a una anomalía del hemisferio cerebral izquierdo encargado mayoritariamente del lenguaje. Este centro encargado de los flujos rápidos de información sonora, desempeña para las señales auditivas el papel de una estación relé hacia las estructuras superiores del córtex. Su mal funcionamiento podría impedir a los niños disléxicos distinguir bien ciertos fonemas entre los más cortos, como las consonantes duras del tipo b. t. p. k., sin afectar al propio oido. Estos niños tienentambién dificultades para asociar los sonidos a las letras que lo representan, lo que les plantea problemas de lectura y de ortografía. Esto puede explicar los numerosos fracasos de los tratamientos clásicos de dislexia que habría de atribuir a la inadecuación de los métodos.
¿Pero unos juegos de ordenador podrán curar la dislexia? Esperemos que sí y esperemos poder reducir a un mes un tratamiento que, hoy por hoy, dura entre dos y cinco años.

Alberto Ignacio García de Jalón Arrizala
Psicólogo Educativo
Colegiado nº E-3095
(Artículo publicado en la revista Berri Orriak, del Colegio Oficial de Psicólogos de Euzkadi, nº 72 marzo 1997)

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